martes, 29 de septiembre de 2009

José que estás en las calles

Mire la calle.
¿Como puede usted ser
indiferente a ese gran río
de huesos, a ese gran río
de sueños, a ese gran río
de sangre, a ese gran río?
Nicolás Guillén




José que estas en las calles...

Hoy el día esta nublado, amaneció un poco tarde
y esta algo desvariado.
José que calla apagado, por una noche bebida,
otra vez sin su comida,
se tiende en el empedrado.

La lluvia ya no lo toca, hace tiempo son amigos,
duro como una roca.
José que no cambió ropas, por pobre y por distraído
se instaló en el mundo mío,
como sonido a la copla.

La gente pasa a su lado, van al trabajo y sus cosas,
no tienen tiempo a mirarlo.
José ya casi inundado, con el frío en sus espaldas,
está rodeado de faldas
y con el cuerpo apaleado.

El día sigue su curso, el mundo sigue su marcha,
con su dudoso discurso.
José que perdió su rumbo, derretido en los andenes,
cuando se mueren los trenes
ya no le quedan recursos.

La noche vendrá con frío, más frío que el de costumbre.
Como la fuerza de un río,
José sentirá el sonido, de la parca guadañando
tan cerca de sus espantos,
a manos del sin-sentido.

La gente caminará al lado, el día seguirá ajeno.
Y esta mas lejos que a mano,
la vida de un ser humano, que encajó en el cruel sistema,
fue arrebatada por penas
por furia y con desenfado.

José que estás en las calles;
"Ensuciando el empedrado..."

30/07/2002 Buenos Aires.




en la casa de la Abuelas de Plaza de Mayo/Aromas y Huellas...

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