Néstor Elias en el África junto a Enriqueta (musa de inspiración) |
Zambi n`za
pala ku tala ó vida triste
Muené kitari uá vulu
Kubata iami nizala
Paulo Flores.
Sonidos del Africa...
A Enriqueta.
Nunca , jamás había escuchado tanto buen
gusto.
Tanta armonía, tanta simpleza, tanto
changana.
Nunca , jamás había
sentido tanto placer en escuchar
música de iglesia, música del alma.
Recuerdo que el aire cambiaba su perfume
cuando cantabas en aquella cocina.
Entonces las papas sabían de otro sabor, la
gallina de otros aromas.
Recuerdo que tu voz, coloreaba el día de modo
indiscutible
y el sol en la ventana, se asomaba para
contemplarte.
Querida Enriqueta, tu color fue la etiqueta
del timbre de tu voz.
Tu sencillez, la ternura del Africa misma, y
tus sueños...lejanías.
Nunca jamás, encontré las palabras justas
para contar tu sentimiento.
Nunca jamás, sentí algo parecido.
Nunca jamás, me olvidaré de esos registros de
voz humana,
Que por entonces, le dieron a mi conciencia
tanta comprensión.
Recuerdo que tus ojos se cerraban y tu bailar
era bello,
y el cuchillo en la mano y los cocos abiertos, y tu voz...ah! Tu voz;
maravillosa, tierna, dulce, universal, era
fuente de vida.
Y aquellos extranjeros, nos sentábamos a
espiarte... a amarte en individuales silencios.
Querida Enriqueta, tu cultura brotaba de tu
voz como fuego sagrado.
Tu pobreza exterior, le daba los tonos
adecuados y así, los aromas eran otros.
Si algún día pudiera describir lo vivido en
aquellas tierras de modo ajustado,
me gustaría encontrar las palabras precisas
para hablar de vos.
Para contarte tal como yo te viví, para
devolverte tanta dignidad.
Si por el contrario, mi ineptitud literaria
me inhabilita,
me gustaría que al menos, alguien encuentre
este escrito.
Porque vale la pena el futuro, por encontrar
gente como vos.
¡Precioso Nestor!
ResponderEliminarJuana
Bellísimo, me emoocionó.
ResponderEliminarMuito linddooooooo. Amo você falando assim. Gostei muito
ResponderEliminarTenho muitas lembranças de vocês.
Bia